Macarena Orchard – Radio Usach
“Nosotros le preguntamos a las personas encuestadas quién debe ser el responsable, el Estado, la familia, o una mixtura del Estado y la familia, al momento de hacernos cargo requieren cuidado. Son súper interesante los datos, porque puedes observar diferencias según quién es el actor que requiere cuidado. La mayoría de las personas encuestadas dice cuando se trata de niños, niñas y adolescentes debe ser la familia. Y yo creo que ahí hay algo interesante, porque tiene que ver con estos discursos un poco de “con mis hijos no te metas”, yo creo que hay un temor también de que el Estado se involucre mucho en el cuidado de niñas y niñas y adolescentes. Sin embargo, cuando tú les preguntas a las personas quién debiera cuidar a las personas mayores, a las personas con discapacidad o a las personas con alguna enfermedad, ahí claramente las respuestas cambian, y hay mucha más inclinación a que sea un cuidado mixto familia-Estado. Entonces, desde al menos esa pregunta, yo te puedo decir que observo que para las personas, sí, evidentemente, el cuidado de personas mayores requiere otras condiciones, pone otras exigencias y en ese sentido hay mayor disposición a que el Estado participe”, explicó la directora Magíster en Métodos para la Investigación Social UDP.
“También tenemos otra pregunta en la cual le preguntamos a las personas de la encuesta si ellas consideran que dejar, por ejemplo, un adulto mayor en una institución de cuidados es abandono, y ahí también hay una tensión: muchas personas piensan que sí, otras que no, pero muchas que sí. Entonces, yo creo que este es un tema que genera polémica, está atravesado de necesidades de apoyo, pero también nos produce culpa, nos produce preocupación, así que es un tema muy difícil. Yo creo que realmente es importante ponerlo en la conversación”, agregó.
“A mí me parece bastante evidente que acá tenemos que avanzar hacia un modelo integral, donde la familia evidentemente asume un rol fundamental, pero cuando puede. Es decir, cuando también están las condiciones para que esa familia las asuma, no solamente en términos económicos, sino también en términos de que sean espacios seguros, porque lo que decíamos antes también es como un error presuponer que cualquier familia es un espacio seguro, lamentablemente no lo es así. Y eso puede ser para todos los actores involucrados, no solamente para la propia persona mayor, también para las personas que ejerzan o ejercerán la labor de cuidado. Ponte en la situación de ser una hija o un hijo que sufrió maltrato de un padre o madre y que después le toca cuidarlo, también ahí hay una complejidad. Entonces, yo creo que sí, hay que pensar en que la familia asuma un rol cuando tiene la posibilidad económica, en términos de seguridad emocional para todos los actores involucrados, pero también el Estado tiene que ofrecer soluciones cuando esas condiciones o posibilidades no están. Y eso es relevante”, destacó Orchard.
Compartir esta página: