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“Más que postergarlo, no quieren hacerlo”: Ola de críticas al gobierno por posible aplazamiento del plebiscito


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Desde la oposición argumentaron que evaluar una nueva fecha es contradictorio con el discurso de restablecer gradualmente una “nueva normalidad”. Acusan al presidente Sebastián Piñera de “falta de vocación democrática”.

El domingo 26 era la fecha original para realizar el plebiscito por la nueva Constitución, acuerdo político suscrito en medio del estallido social con el fin de descomprimir la crisis por la que atravesaba el país.

Sin embargo, la pandemia del coronavirus obligó a reprogramar la consulta para el próximo 25 de octubre. Y aunque faltan casi 6 meses para ello, el presidente Sebastián Piñera, en entrevista con CNN en Español, habló sobre un eventual cambio de fecha.

(El plebiscito) se postergó para octubre, pero yo pienso, y estamos especulando, que quizás la recesión económica va a ser tan grande, va a poner tantos desafíos a todos los países, incluyendo Chile, que este es un tema que quizás se va a volver a discutir”, sentenció el mandatario, justificando la eventual postergación ya no por razones sanitarias, sino que por factores económicos derivados de la crisis que está generando la enfermedad.

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, coincidió en el fondo con el presidente, mas no en las razones que esgrimió. El jefe del gabinete planteó en una entrevista publicada por La Tercera que estaba abierto a “racionalizar el cronograma electoral”, pero ya no por razones económicas como dijo el primer mandatario, sino que a causa del COVID-19.

“Hoy en día la prioridad es combatir la pandemia que no sabemos cuánto tiempo se va a extender. Y, por lo tanto, en su minuto debemos evaluarlo (el plebiscito de octubre), conversar republicanamente en función de la realidad sanitaria y lo primero, insisto, es cuidar la vida y la salud de las personas”, señaló el ministro consultado por el matutino.

Plebiscito o no

El senador Manuel José Ossandón (RN) entró de inmediato en la polémica. Comentó que bajo la lógica planteada por el ministro Blumel, todas las votaciones se tendrían que suspender, sin embargo, la obligación del gobierno es garantizar que los procesos electorales se cumplan.

“El gobierno aún tiene tiempo para hacer las cosas bien. Más que evadir la elección o la votación, hay que buscar un mecanismo para hacer estos procesos más expeditos, minimizando el posible contagio y asumiendo la nueva realidad que implica facilitar el proceso de votación”, señaló.

Desde la oposición reaccionaron argumentando que evaluar una nueva fecha es contradictorio con el discurso de restablecer gradualmente una nueva normalidad. Además, agregan que el gobierno busca relativizar la consulta y confundir a la ciudadanía.

“La prioridad está en trabajar contra la pandemia, en el parlamento y en todo el país. Pero simultáneamente hay que preparar las condiciones para el plebiscito. Que no nos confundan, el plebiscito va a ser en octubre”, afirmó el senador Carlos Montes (PS).

“La insinuación por parte del presidente respecto a no realización del plebiscito por razones económicas es francamente inaceptable. Da cuenta de falta de vocación democrática que pretende negarle a los chilenos y chilenas que se expresen en las urnas, respecto de la necesidad de una nueva Constitución nacida en democracia”, expresó por su parte el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde.

Una opinión similar tuvo el senador Felipe Harboe (PPD), quien se mostró absolutamente en contra de la posible postergación. “El presidente debe entender que los argumentos económicos o sanitarios ya no se sostienen, sobre todo pensando en que él mismo hizo el llamado al ‘retorno seguro’ o la nueva normalidad”, argumentó.

Durante la mañana de este lunes, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, defendió los argumentos del gobierno y dijo que la posibilidad de realizar o no el plebiscito durante el mes de octubre deberá ser analizada y tomada durante los próximos meses, y que no solo dependerá de la condición sanitaria del país, sino que también de la percepción que tenga la ciudadanía de la enfermedad.

“Desde el punto de vista sanitario, la preocupación está en qué medida esta situación de salud, que afecta al país, pone en riesgo la participación de este proceso. No podemos anticipar cuál será la situación en el segundo semestre, pero si los pacientes no van hoy a un servicio de urgencia, por temor al coronavirus, cuál es el riesgo de que haya personas que se priven de ir al acto de participación ciudadana, cuando aún esté presente este temor”, señaló Mañalich.

En esa línea, el senador Francisco Chahuán (RN) aseguró que la postergación para el 25 de octubre fue una decisión acertada desde el punto de vista sanitario y que cuando se suscribió el acuerdo para el nuevo programa electoral, este iba a quedar sometido a las condiciones del avance de la crisis sanitaria.

Hay que revisar está situación 90 días antes del 25 de octubre, fecha que está fijado el plebiscito. Por lo tanto, será en el mes de julio donde se determine si hay viabilidad o no de realizar el plebiscito o si se requiere una nueva postergación”, señaló el senador RN.

Para la presidenta del Senado, Adriana Muñoz (PPD), la discusión sobre la fecha es artificial e inoportuna. Llamó a dejar atrás la polémica y concentrarse en el COVID-19 y sus efectos sociales.

La principal tarea hoy es combatir la pandemia, redoblar las medidas sanitarias para evitar que el contagio se propague y enfrentar sus efectos en la economía y los hogares”, sentenció la senadora.

El análisis de una experta

Para Carolina Garrido, presidenta de la Asociación Chilena de Ciencia Política y Académica de la Universidad Diego Portales (UDP), la discusión es apresurada y su percepción es que los sectores que están discutiendo el tema, más que postergar, no quieren hacer el plebiscito.

Salvo por algún tipo de catástrofe de proporciones, y que por ahora no tenemos ningún tipo de evidencia de que ello pueda ocurrir, no veo ninguna razón sanitaria por la cual se podría aplazar”, afirma.

La profesional agrega que, bajo su punto de vista, el argumento de crisis económica tampoco sería razón para retrasar las votaciones, porque entonces no habría elecciones de ningún tipo en ningún país del mundo en medio de crisis económica.

“La democracia no se suspende en tiempos de crisis, todo lo contrario”, señala Garrido. “Se deberían estar discutiendo las estrategias para llevar a cabo el plebiscito de una manera segura, pero en ningún caso estar hablando sobre una nueva fecha”.

Un sondeo de opinión publicado por Cadem señala que el 50% de los interrogados está a favor de postergar el plebiscito hasta que se supere la crisis sanitaria. Los resultados muestran además que el 35% de los encuestados está a favor de realizarlo de todas maneras y un 12% está de acuerdo con cancelarlo definitivamente.

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