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Solidaridad y empatía ¿Cuán presente están entre los chilenos?


Medio:

Expertos analizan el rol de las personas en medio del estallido social que estamos viviendo y entregan algunas pautas para reflexionar y reaccionar.
En Chile hemos sido protagonistas de grandes acciones solidarias. Empatizamos y nos conmovemos con lo que les pasa a otros en terremotos, aluviones o porque viven en situación de discapacidad. La pregunta es si podemos considerarnos un país solidario, capaz de unirnos y trabajar en conjunto por un objetivo. “Vivimos en una sociedad cuyos altos niveles de desigualdad se han traducido en un tipo de vida que nos segrega, resultando en escasos espacios de interacción y convivencia. Así, las personas de altos ingresos viven, compran, se educan y entretienen en espacios diferenciados de la clase media, quienes a la vez buscan espacios distintos a los que acceden quienes tienen menos recursos. Disponer de pocas instancias de interacción y convivencia lleva a que tengamos poco conocimiento de quienes son distintos a nosotros, lo cual favorece a que aumenten los prejuicios y las estigmatizaciones”, explica Jorge Atria, sociólogo de la Universidad Diego Portales.

Según Juan Francisco Lecaros, presidente del directorio de la corporación sin fines de lucro Simón de Cirene, “con frecuencia se dice que el individualismo es efecto del sistema económico, pero no estoy tan seguro de eso. Estados Unidos, por ejemplo, es mucho más comunitario que nosotros y claramente es un país capitalista”. Ajuicio de Lecaros, la forma de construir un mejor proyecto social “¡ Es poniendo en acción a las personas! Es paradojal: el estallido fue claramente una manifestación de la sociedad civil, del “tercer Le reclama a los otros dos sectores, el Estado y la empresa, que se despabilen. Esperamos todo de ellos y sin embargo muchos dudan que efectivamente estén a la altura. Les pedimos a ellos, pero no a nosotros mismos, a la comunidad. Somos las personas, entrelazándonos unos con otros, los que podemos darle un enorme sentido a una vida y, en general, hacer más humana nuestra convivencia”.

Ver en El Mercurio Antofagasta

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